Lo sabemos pero no siempre lo tenemos presente. Nuestros hijos nos toman como principal referencia para determinar qué es lo que está bien y lo que está mal en la mayoría de situaciones de nuestra rutina diaria.
Uno de esos aspectos que copian es nuestro comportamiento en materia de seguridad vial. Es decir, se fijan en nosotros a la hora de cómo sentarse en el coche, de qué hacer a la hora de cruzar la calle, de cómo viajar en transporte público o incluso de cómo circular en bicicleta.
Los niños no son autónomos hasta los 6 / 7 años de edad. Por eso, no estaría mal seguir estas pequeñas pautas para enseñarles en materia de seguridad vial. Y es que no siempre actuamos de manera correcta.
Al caminar:
- Ir siempre cogido de la mano y el niño por el lado interior de la acera.
- Cruzar solamente por los lugares señalizados, diciéndole al niño cómo hacerlo correctamente.
- Explicarle al niño, para que lo asimile mejor, los riesgos y las consecuencias que conlleva no hacerlo siguiendo las señalizaciones.
En el coche:
- Mostrarle que siempre debe ir en los asientos traseros. Determinante es utilizar correctamente los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil, si su edad así lo requiere.
En bicicleta:
- Explicarle que siempre debe llevar elementos reflectantes y casco en todo momento que estén circulando.
- Asimismo, enseñarle a circular sólo por los lugares que están destinados para ello (parques, carril bici, etc) y no dejarles que circulen sin nuestra supervisión por la calzada.
Como veis no se trata de unas recomendaciones especiales o difíciles de cumplir. Sin embargo, si las implementamos dentro de nuestra vida diaria, nos ahorraremos más de un susto innecesario con nuestros pequeños como protagonistas.
