Aunque algunos puedan considerar poco sólidas este tipo de afirmaciones, un estudio llevado a cabo por un organismo británico dedicado a la mejora de la seguridad vial confirma que cuanto menor es el nivel de ingresos de una familia, mayor es la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico, todo ello mediante un estudio estadístico de bastante calado.
La investigación de la entidad británica RoSPA, la Real Sociedad para la prevención de accidentes en Reino Unido, mantiene que sí existe una relación directa entre el nivel socioeconómico y el riesgo de sufrir un accidente vial.
Para demostrarlo, RoSPA centró su análisis en el nivel económico de una serie de personas, averiguando dónde vivían y cuál era su situación familiar. Después convirtió los resultados obtenidos en un porcentaje de riesgo. Así, por ejemplo, llegó a conclusiones tan curiosas como la de que los niños de familias con unos ingresos bajos tienen más probabilidades de sufrir un atropello, ya que dedican más tiempo a jugar en la calle y lo hacen cerca de vías transitadas, en vez de en sitios cerrados, o que la probabilidad de que un niño de padres desempleados fallezca por atropello es 20,6 mayor que la de un hijo con padres ocupados, elevándose a 27,5 veces si usa la bicicleta.
Por todo ello, RoSPA recomienda que también este tipo de factores se tengan en cuenta a la hora de lanzar campañas de seguridad vial, ya que, en su opinión, el status social se antoja clave a la hora de adoptar estrategias para reducir la siniestralidad. La entidad aboga por un trabajo conjunto entre profesionales de la salud y de la seguridad vial.
El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que 1,2 millones de personas mueren cada año en accidentes de tráfico, siendo una de las diez primeras causas de mortalidad. Se espera que, si no se toman medidas, las cifras puedan incrementarse en un futuro y alcanzar en 2030 el quinto puesto como causa de fallecimiento a nivel global. En cualquier caso, la precaución y una correcta educación vial, intentando mantener al margen lo más posible las cuestiones socio-económicas familiares, son la mejor prevención ante accidentes viales.
