Los tememos, pero en muchas ocasiones nos vemos obligados a lidiar con ellos. Los resfriados nos suelen acompañar en días de frío aunque no queramos y para aliviar sus síntomas, tomamos anticatarrales y antigripales. Esto podría afectar a nuestra conducción si tenemos que coger el coche con frecuencia.
Los anticatarrales y antigripales son una combinación de varios fármacos o principios activos. Aunque no curan los catarros ni la gripe, sí alivian los diversos síntomas que caracterizan al catarro y la gripe. Además, estos preparados no precisan receta médica puesto que no están financiados por el sistema nacional de salud, por lo que al comprarlos debemos pagar todo su precio y no solo una parte.
Con este tratamiento no se intenta combatir la causa de la enfermedad. Lo que hacen es aliviar la sintomatología de la misma, que suele ser muy molesta e incapacitante. En el caso de la gripe, una medida muy recomendable es la vacunación.
El tratamiento con medicamentos anticatarrales mejora la sintomatología, pero aún así debemos procurar no conducir o hacerlo con gran precaución. De los componentes de los anticatarrales-antigripales, los fármacos antihistamínicos H-1 y los antitusígenos codeína y dihidrocodeína, afectan a la capacidad para conducir con seguridad.
Los síntomas frecuentes de resfriado o catarro son:
- Rinorrea (gran secreción nasal) y obstrucción nasal
- Estornudos y lagrimeo
- Dolor de cabeza, de garganta, de oídos, de músculos y articulaciones
- Fatiga y debilidad
- Fiebre (más frecuente en casos de gripe)
- Tos
- Mucosidad bronquial
El propio proceso (catarro o gripe) y los preparados farmacéuticos tomados para controlar la sintomatología, pueden interferir con la capacidad de conducción, y se produce una potenciación de estos efectos cuando se toman conjuntamente con alcohol.
Por tanto, cuando estés tomando medicamentos para aliviar los síntomas del resfriado o catarro, te recomendamos que no tomes ni una gota de alcohol y conduzcas a la vez. 😉